Hace unas semanas tenía el inmenso placer de enviarles un pequeño articulito -nótese la diminuta magnitud del mismo- a Agnieszka y Lorenzo, los artífices del imprescindible blog de Stepien y Barno.
El motivo de tal hazaña para alguien como yo es que por algún motivo eligieron mi respuesta a su concurso «“¿Cuál es su proyecto preferido de arquitectura y por qué?” como la mejor con lo que además de ser agasajado con un pedazo de cacho de libro de 8 kilos de peso (Atlas de Arquitectura Mundial del siglo XX, Ed. Phaidon) me brindaron la oportunidad de extender un poco más mi respuesta.
Básicamente contesté que The very best era, sin lugar a dudas, la Villa Mairea y hoy, con permiso de los autores del mejor blog de arquitectura de la red les reproduzco -y amplio ligeramente incluyendo imágenes- dicha respuesta.
El texto original pueden verlo pinchando aquí.
Vamos al lío.
Febrero. Navegando entre la ingente cantidad de información que Stepien y Barno arrojan a la red leo una pregunta. Sencilla. Directa. Concreta. Definida:“¿Cuál es su proyecto preferido de arquitectura y por qué?”.
La respuesta es inmediata: La Villa Mairea del señor Hugo Alvar Henrik Aalto.
¿Y por qué? pues por todo.
Pongámonos en antecedentes: Villa Mairea tiene más de 75 años.
Hoy sigue siendo sobrecogedoramente actual. En mi opinión, la mejor vivienda del s. XX de largo.
Aalto (que por esas fantásticas carambolas del destino en finlandés significa onda) como todos sabemos era un absoluto genio. Y, además, un perfecto seductor, tanto por sus diseños y su arquitectura como por su arrebatadora personalidad, lo que le llevó a tener una intensa vida social y a relacionarse con gente importante en distintos ámbitos.
Así, fue inevitable que conociese a la hermosa y rica heredera treintañera de los Ahlström, Maire Gullischen.
Alvar estaba casado con Aino y Maire estaba casada con Harry. Dicen las malas lenguas que eso no fue demasiado problema para que hubiera colaboraciones realmente estrechas y cercanas entre ambos…
Y dicen las lenguas más viperinas que en la biblioteca de la Mairea el paramento que la separa del estar no llega al techo si no que se remata de una manera mucho más transparente para que un marido liberal pudiera contemplar sigilosamente a su señora y a su arquitecto. Posiblemente esto sea una leyenda urbana, pero como dijo el profesor que me lo contó, se non è vero, è ben trovato.
Pero no nos desviemos ni adelantemos acontecimientos.
En 1935 Alvar, Aino, Maire y Harry fundan Artek. Una empresa que se dedicaría a gestionar, editar, proteger y comercializar todos los diseños que salían del estudio de los Aalto.
A raíz de esta colaboración, Maire encarga a Alvar -sus respectivas parejas tienen un papel secundario en esta historia- el diseño de una vivienda experimental que expresase la modernidad y en la que plasmar las inquietudes que les llevaron a fundar Artek.
La primera propuesta se basaba en las viviendas tradicionales karelianas y el matrimonio Gullischen se queda bastante frio. Como la tundra… Fiasco número 1.
Tras este primer planteamiento Aalto conoce la Fallingwater de Wright aunque él diga que no y, digámoslo así, muy inspirado por la casa Kaufman plantea otra propuesta a sus clientes y estos siguen sin verlo claro… Fiasco número 2.
Varios planteamientos después en los que se ven soluciones y propuestas que se desarrollarán en arquitecturas posteriores comienza a construirse lo que se conoce como Protomairea.
En una visita de obra en la que se estaban realizando trabajos para la cimentación, Aalto vio que aquello no iba por buen camino. Es más, lo veía todo negro. Así, se fue al estudio, encerró a todos sus colaboradores un fin de semana de los de dormir poco y puso patas arriba su propio proyecto. El Lunes tenían la versión final de Villa Mairea.
Si analizamos la Mairea vemos que es una ensalada de elementos imposibles de conjugar. Una permanente conciliación de opuestos que solo el genio del Maestro finlandés supo manejar y controlar: hunde su arquitectura en lo más profundo de lo vernáculo y lo lleva a la modernidad más actual. Reinterpreta el exterior en el espacio interior. En el exterior lo que en verano tiene presencia, en invierno se desvanece y viceversa… haciendo un collage de elementos arquitectónicos heterogéneos consigue un conjunto demoledor.
Da lecciones magistrales de Arquitectura -con mayúscula- en cada detalle, en cada rincón, en cada elemento de manera que logra un conjunto perfecto.
Por que Mairea es el clímax arquitectónico a partir del cual Aalto desarrollará todas sus grandes obras de Arquitectura. Porque posiblemente sea el mayor condensador de genialidad arquitectónica de la historia de la humanidad. Porque la Mairea es como es por que no puede ser de otra forma, por eso la elegí como mi proyecto favorito.
Y así se lo he contado.
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Si de verdad quieren conocer el proyecto de Villa Mairea en profundidad no pueden dejar de leer el impresionante artículo que Stepien Y Barno publicaron en su blog: éste.
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Por increíble y sorprendente que pueda parecer aún no he visitado la Mairea por voluntad propia pese a haber estado hace un par de años por tierras finesas. Desde que tengo uso de conciencia arquitectónica he dicho que cuando lo haga llevaré mi analogiquísima Nikon FM3A cargada con un carrete de diapositivas. Cuando lo haga, que lo haré, lo contaré por aquí.
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Si quieren visitar la Mairea no hay problema. Tiene web.
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Un texto original de su fiel y seguro servidor © Pedro Iván Ramos Martín. Eso si, ninguna de las fotos es propiedad del autor. Trataremos de ponerle remedio.
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Compartan esta entrada y hagan honor a la mejor vivienda del siglo XX. Y ya, si les parece, comenten en el blog, que tampoco cuesta tanto. De hecho, es gratis.
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Da gusto levantarse un viernes después de una loche Løk@ y teletransportarse de esta manera a los orígenes de tan remarkable obra.
Gracias de nuevo.