Geneeeeee-ra-lí-simo
Geneeeeee-ra-lí-simo
Geneeeeee-ra-lí-simo
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Así gritaba enfervorecida y entre palmas una multitud entusiasmada de niños, hombres y mujeres en La Coruña de mediados de los 80. Lo hacían una y otra vez mientras unos niños se enfrentaban a otros niños en un juego donde se disputaba una pelota.