Petricor es como se denomina a ese mágico olor producido por la lluvia al caer sobre el suelo seco. Es mucho más poético llamarlo olor a tierra mojada aunque en ese caso no seríamos lo suficientemente precisos pues cuando llueve sobre mojado no se produce ese dulce olor a paz, a calma y a victoria.
Como en la vida misma, vaya. Estaba siendo una primavera lluviosa.
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Continuo Contraste: el qué
Una vez superada la grandiosa inauguración de la exposición, vamos a ver si soy capaz de sintetizar en unas cuantas palabras y alguna foto de qué demonios va este jaleo.
Pues verán, va de opuestos.
En realidad les he mentido, claro. Va de opuestos, sí, pero no sólo.
continuo contraste: inicio
El pasado jueves, 15 de junio, pasadas las siete de la tarde, en Valladolid, el termómetro pasaba de los 35 grados.
La galería de arte La Gran (Claudio Moyano 16, 2º, para los despistados) era un hervidero donde una muchedumbre entre la que se encontraba lo más granado de la zona esperaba ansiosa la inauguración de la expo Continuo Contraste.
O eso me pareció a mí.
ruinas
(…)
Se me cae la casa desde que se marchó
Ahora ya solo espero el derribo
Y es que perdí
La pista del eje del salón
Estoy continuamente torcido
(…)
Extremoduro, Álbum la Ley Innata (2008). Segundo Movimiento, Lo de Fuera. [fragmento]
The Doctor
La primera carrera de motos de la que tengo recuerdos claros y que me quedé a ver a altas horas de la madrugada fue la de 250 de Philip Island en 1990 con Tiriti Cardús perdiendo el mundial en la última cita. Hace pocos días, y siendo servidor de ustedes fan declarado de Valentino Rossi, AKA The Doctor, desde hace casi 20 años, en la última carrera el 46 también perdió el mundial. Pero hoy no vamos a hablar de ese Doctor sino de otro mucho más influyente en mi vida.
En blanco y, sobre todo, negro
Verán, he de confesarles que últimamente no ando yo muy iluminado y que los días se me pasan sin encontrar un motivo -ni tiempo, la verdad- para ponerme a teclear en este rincón de la red de redes. Será que estoy otoñal o que me ha abandonado la inspiración, o las dos cosas o qué se yo qué será.
El caso es que el otro día por azares del destino tuve que ir a San Benito y me encontré frente a frente y cámara en mano con un moribundo que espera su humillante final: el otrora fornido y apuesto Mercado del Val de Valladolid.
Arquitectura para tontos
Un soneto me manda hacer Violante | que en mi vida me he visto en tanto aprieto … y una entrada con motivo de que hoy, por alguna causa desconocida, es el primer lunes de octubre y, por tanto, el Día Internacional de la Arquitectura me manda hacer Kike. Alma mater de Pechakucha Valladolid, de un extraño grupo de facebook y hasta de un blog. No se me puede poner un charco así de hermoso y esperar que no me tire de bruces a él. Aunque deba medir con precisión el número máximo de palabras: quinientas. Bueno, ya serán algunas más…
-NEX- Arquitecturas cercanas ii
Hoy es viernes. Dentro de un par de semanas acudiré a un rito iniciático que, tanto por iniciático como por la fecha -viernes 13- y como por otra serie de condicionantes que no les desvelaré por pudor podría estar llamado a marcar un antes y un después en mi existencia.
No se apuren, seguramente, como siempre, al final no sucederá nada destacable y todo continuará enmarcado en el tedio habitual.
Y todo esto viene a colación del tema de hoy. No, en realidad no tiene nada que ver, por que hoy lo que toca es un refrito.
Chinaski
Los caminos del Señor son inexcrutables.
Si, vale, pero más inexcrutable es lo que a mi me lleva a escribir un post. Curiosidades de la vida.
Verán, he de confesarles que el primer libro de verdad que leí de manera voluntaria cuando era un inocente infante fue La Máquina de Follar de Charles Bukowski. Antes había sido obligado en el colegio a leer cosas como Alicia en el País de las Maravillas, Las Leyendas de Bécquer , El Lazarillo de Tormes, Os vellos non deben namorarse de Castelao o el Follas Novas de Rosalía. Que están muy bien, pero en ellos no sale Chinaski.
mi-me-mi-ma-no
¿Alguna vez se han sorprendido a ustedes mismos mirándose al espejo y pensando contrariados «vaya, así que ése -o ésa, o eso según las circunstancias personales de cada cual- soy yo»?
A mi me acaba de pasar.