Dicen que da igual de qué color esté pintada una Ducati. Una Ducati siempre es roja.
Hace ya unos cuantos años que el autor de este modestísimo blog se quedó embobado viendo pasar una moto negra mate que bramaba como las trompetas de Jericó y pasaba fugazmente junto a la Pirámide de Testaccio perdiéndose en el Viale Aventino dirección Circo Massimo. Ese día me enamoré de la Ducati Monster -diseñada por Miguel Ángel Galluzzi– en particular y de las motos italianas en general.
Ha muerto Massimo Tamburini. El padre de las más hermosas de estas criaturas. Y este blog ya va, definitivamente, a la deriva.