No es fácil encontrar sitios en los que apenas haya malos recuerdos. O, directamente, que no los haya. Las casas de los abuelos suelen ser uno de esos extraños y acogedores lugares.
No es fácil encontrar sitios en los que apenas haya malos recuerdos. O, directamente, que no los haya. Las casas de los abuelos suelen ser uno de esos extraños y acogedores lugares.