Me van a perdonar ustedes, pero hoy voy a permitirme estar melancólico, taciturno, alicaído, sombrío, quizás algo apesadumbrado, pero, sobre todo, nostálgico.
Y es que hoy me siento, más que nunca, de la vieja escuela.
Me van a perdonar ustedes, pero hoy voy a permitirme estar melancólico, taciturno, alicaído, sombrío, quizás algo apesadumbrado, pero, sobre todo, nostálgico.
Y es que hoy me siento, más que nunca, de la vieja escuela.