A veces, sin saber muy bien porqué, de repente, a uno se le enciende la bombilla. Llega entonces el momento de ponerse a escribir, que para eso se tiene un blog de fama internacional.
Verán, un amigo ha publicado en facebook el enlace a un artículo. Paralelamente le estaba yo dando vueltas a un tema -para variar- y una cosa junto a la otra me hizo recordar una ciberconversación -aunque soy más del gusto de las conversaciones de barra de bar- que terminó con el mágico título de esta entrada. Mágico porque me hizo pensar. No crean que eso sucede a diario.
Hoy voy a hablarles de la belleza.