Pirotecnia

A casi todos los que convivimos con un perro los fuegos artificiales y ejercicios de pirotecnia en general no nos gustan un pelo.

Se ha muerto Zaha Hadid y a mi no me ha dado ninguna pena -arquitectónicamente hablando, claro-.

Verán, aunque hace apenas unos días de la noticia, con el vértigo de los tiempos que corren esta entrada nace desfasada. Pero a pesar de mis nuevas obligaciones que no me dejan demasiado tiempo, me apetecía escribir sobre el tema.

Y es que la señora Hadid representa(ba) todo lo que odio -arquitectónicamente hablando, claro-.

Sus obras no entran dentro de mis favoritas, no

Sus obras no entran dentro de mis favoritas, no

Parece que, como es habitual en estos casos en los que la parca se presenta antes de tiempo, todo son loas para la finada. Incluso Kengo Kuma se sumó a la interminable lista de arquiplañideros a pesar de su reciente y vehemente protesta contra el enésimo engendro de la irakí… y de las acusaciones de ésta de que el japonés venía a ser un copión venido a más. Es una sensación extraña, pues, que alguien a quien sistemáticamente he puesto a parir deje este mundo un par de décadas antes de lo que le tocaba, pero su arquitectura sigue llevando el prefijo anti en mi imaginario.

Zaha perdió el paralex en primero de carrera

Zaha perdió el paralex en primero de carrera

Lo políticamente correcto en estos casos es obviar partes de la realidad para quedarnos con que la fallecida fue un adalid de una nueva y fluída arquitectura, que abrió el camino para que la mujer pisase un terreno históricamente falocrático, que rompió moldes, que trajo una nueva visión desterrando a la geometría y bla, bla, bla, bla… que sí, que sí. Pero que no a la vez.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

una nueva visión de la arquitectura

Intentemos, por un momento, ser medianamente coherentes. Esta señora era una diva endiosada de carácter insoportable, de trato imposible, de ego inabarcable y, en esencia, un ser humano insufrible e irritante. Cuando le dieron el Pritzker en el 2004, el otrora prestigioso galardón catapultó esa personalidad hasta el infinito y más allá.

Además hacía (muy) mala arquitectura, si es que a eso se le puede llamar arquitectura con los preceptos que servidor de ustedes maneja como tales y que ya saben por donde van a poco que sigan esta humilde bitácora.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

¿arquitectura del desplome?

Sin ningún género de dudas, pienso que el fenómeno starchitect es lo peor que le ha pasado a este vilipendiado oficio tal vez en siglos y Zaha era su mejor expresión elevada a la enésima potencia.

Me da igual que se apellide Hadid, Calatrava, Koolhaas, Nouvel, Gehry, [añada el lector su deidad arquitectónica favorita]… todos ellos tienen en común que si bien fueron en un momento dado buenos y transgresores arquitectos -con lo del suizovalenciano no lo tengo muy claro- acabaron creando empresas inmisericordes en las que se aunaba la esclavitud de sus trabajadores; lo disparatado de sus propuestas; los dislates económicos que, generalmente, paga el buen y sufrido ciudadano; el menosprecio al entorno, al medio ambiente e incluso, como la irakí, a la vida humana.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

¿arquitectura lisérgica?

Llamar arquitectura a lo que salía de la factoría londinense de Zaha es, por decirlo de una forma muy suave, bastante atrevido. Y es que la arquitectura no es conseguir artefactos sinuosos que queden fetén en infografías o fotos y deslumbren y epaten a partes iguales con el efímero fulgor de un castillo de fuegos artificiales. La arquitectura ha de tener un poco de componente social, de mínima sostenibilidad, de utilidad, de economía, de sensibilidad… de todo lo que en las obras de esta señora brilla por su ausencia.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

¿Arquitectura que pincha?

Mi contacto con su obra se reduce a varias visitas a su archifamoso pabellón de bomberos para Vitra, al pabellón Lfone de Weil am Rhein, a un edificio de viviendas en Berlín y a la exposición monográfica en el Hermitage de san Petersburgo en Agosto de 2015.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

En sus inicios fue más seductora que en el final

¿Y qué quieren que les diga? el pabellón de Vitra es un edificio que no vale para nada y la exposición me atrajo en cuanto a algunos dibujos y me dejó completamente frío en cuanto a lo tridimensional. Las otras fueron visitas fugaces.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

Más atractiva en 2 que en 3 dimensiones

Gran número de las voces que alaban la trayectoria de esta buena mujer se basan en lo que hacía en sus inicios. Es decir, no construir.

Y yo estoy de acuerdo: mientras esta mujer no puso un ladrillo sobre otro, tanto sus propuestas teóricas como sus impresionantes dibujos y murales eran temas seductores, atractivos, rompedores… no cabe ninguna duda. De hecho el pabellón de Vitra podría haber sido su Villa Saboya en tanto en cuanto la Saboya era una vivienda inhabitable, como casa una porquería, pero, ay, amigos, una joyita arquitectónica.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

pilotis variados

Y es que el pabellón no sirve como pabellón, no sirve como edificio, no se utiliza. Es un contenedor vacío que albergaba la colección de sillas del señor Vitra (Rolf Fehlbaum) y que se puede alquilar para reuniones y entretenimiento de arquitectos y asimilados.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

Las estanterías: lo único ortogonal en el edificio

Su historia es un tanto curiosa. La fábrica de Vitra sufrió un incendio que la dejó, prácticamente hecha astillas. Así que para que no volviese a pasar y dado que el parque de bomberos más cercano no estaba precisamente cerca, se decidió construir uno en el propio recinto a modo de nuevo tenderete en el archifamoso parque de atracciones para arquitectos: el campus Vitra de Weil am Rhein.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

El Disneyworld para arquitectos de Basilea.

Este edificio supuso la primera obra de Zaha Hadid en suelo europeo, allá por 1993. Se inauguró con la pompa y el boato propios de la ocasión, los bomberos se instalaron allí y… salieron corriendo no sin antes tropezarse contra una suerte de imposible naturaleza oblicua de muros inclinados, puertas trapezoidales, ángulos agudos, vidrios desplomados… Era imposible usar ese edificio pues, literalmente, les volvía locos.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadidv

corran, bomberos, CORRAN!

La arquitecta argumentaba que su diseño les mantendría alerta y en estado activo. Quizás se le fue un poco la mano cuando el resultado fue que casi acaban en el frenopático de Basilea dando cabezazos en una muy ortogonal habitación acolchada.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

Escaleras bamboleantes y temblorosas

Como digo si su labor de rompedora de moldes hubiese quedado ahí, pues tres oles por esa mujer que, efectivamente, puso una pica en Flandes en cuanto a la presencia femenina se refiere en un mundo que apesta a testosterona. Una mujer que era capaz de desplegar unos grafismos hipnóticos de arrebatadora belleza. Una mujer radical en sus propuestas iniciales y por tanto atractivas a la que todo se le fue de las manos de la peor manera posible.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

Reflejo de una incipiente locura

Siempre he pensado que la arquitectura de verdad debe huir de todos esos fuegos artificiales que caracterizan el cosmos arquitectónico más fulgurante que durante al menos tres décadas ha hecho y deshecho a su antojo creando monstruos que el conjunto de la humanidad deberá sufrir durante demasiado tiempo.

La arquitectura no es una fotografía. La arquitectura no es un render. La arquitectura no es un video ni es solo teoría. La arquitectura es mucho más. Debe ser mucho más.

Por eso al ver una imagen hay que pensar en qué hay detrás. Pensar que no todo vale. Pensar que si para que un pabellón puente sin uso específico se apoye en un único pilar hay que batir el récord de España de profundidad en cimentación, a lo mejor no era la solución óptima.

De toda la vida es sabido que, con pasta, hasta san Pedro canta, pero en arquitectura eso viene a ser una muestra de torpeza, de falta de oficio, de nula sensibilidad y de ami-todo-me-la-pela que a servidor de ustedes, le asusta.

© pedro ivan ramos martin. luz10, zaha hadid

La Luz al final

Y, como digo, todo esto es sin acritud y arquitectónicamente hablando.

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Bien, abro el paraguas y espero montañas de indignación.

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Un texto y unas fotos originales de su polemista habitual ©pedro iván ramos martín. A pesar de todo hay que quererme como soy.

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Es como predicar en el desierto, pero si les apetece coincidir o ponerme a parir, la sección de comentarios es libre y gratuíta. Y todos se agradecerán. Incluso los más fieros.

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Galería:

 

3 thoughts on “Pirotecnia

  1. Con este comentario puedes cerrar el paraguas. Comparto tus opiniones, y eso que no has entrado en su obra reciente, un popurrí de formas ondulantes blancas sea cual sea el uso, lugar, cliente… que me hace preguntarme si con tanto volumen de obras Zaha llegaba a «proyectar» sus recientes edificios o resultaban una imitación de unos a otros promovidas por sus subalternos, tal vez controladas levemente en alguna sesión crítica (de renders) pero sin entrar en profundidad, como quien produce bañeras en una fábrica. Todos deben parecerse a todos, es la marca, y con ello la arquitectura y los usuarios pierden. Supongo que esto lo comprobaremos según que obras salgan ahora de ZHA.

    Realmente de su obra solo me seducen cosas puntuales como el valor paisajista del aparcamiento de la terminal de tranvías Hoenheim-Nord, el espacio del Hall del MAXXI y muy poco mas. Veo en figuras como la suya mucha ambición por ser escultor, subordinando todo a ello hasta incluso perder la utilidad, el buen hacer constructivo… algo que al evolucionar del estudio pequeño a la firma multinacional no han hecho mas que agravarse.
    Y lo peor no es solo eso, es esa imagen que transmiten de «todo está subordinado a mi», «que mas me da que el presupuesto se quintuplique» que acaba salpicando a la imagen de la profesión.

    Paro ya, que me enciendo y repito.

    P.D: complicar a los bomberos usuarios de los baños masculinos acertar su «necesidad» en un váter flanqueado por paredes inclinadas va en contra de toda utilidad.

  2. Gracias por comentar, Rubén.
    La verdad es que no he entrado en la obra reciente porque no he visto ni fotografiado nada y la verdad es que lo que veo publicado no me interesa lo más mínimo… y además trataba de ser medianamente amable dentro de lo posible por lo reciente del cadáver.
    De la factoría-galera ZHA dudo mucho que salga algo en condiciones.
    Zaha desplegó una imaginación desbordante en sus inicios que luego al llevarlo a la triste realidad se desinflaba como un souflé (el caso del pabellón de Vitra) pero aún podía decirse que eran obras de «la Hadid».
    Hoy en día me imagino a la desaparecida reinona sentada en un trono con gesto despectivo (el habitual) mientras su legión de lameculos hacen un brainstorming tipo «Zaha, ¿y si hacemos un coño en el desierto?» y así.
    Vamos, que no me seduce gran cosa.

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