lo que parece lo es

Lo que parece lo es. O no. La presa de Almendra

Existe una zona cercana a la misma raya con Portugal, entre las provincias de Zamora y Salamanca donde los inviernos son crudos, los veranos descarnados y sus gentes rocosas como el granito. Una tierra sin dobleces horadada lenta e inexorablemente por los ríos Duero y Tormes. Una tierra conquistada por encinas y carrascos, que huele a tomillo y a romero. Una tierra cuyo sonido es el croar de las ranas en las charcas y el canto de las chicharras en verano.

Una tierra donde lo que parece, lo es.

Pero no siempre.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

¿Pensaban que en este trozo del continente no había mar?

A pocos kilómetros de Ledesma, siguiendo el cauce del rio Tormes que nace en Ávila, atraviesa Salamanca y lleva sus aguas por Zamora en dirección al Duero, está el pueblo de Almendra que da nombre a una de las obras de ingeniería más espectaculares que pueden contemplarse en el viejo continente: La Presa de Almendra, también llamada por las huestes del Caudillo inaugurapantanos, Salto de Villarino.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Lo que vienen a ser unas puertecitas.

Sus números son de aúpa. Esta mole de 2.188.000 metros cúbicos de hormigón -unos cinco millones y medio de toneladas, vamos, lo normal- es la presa más alta de España con 202m y contiene uno de los embalses más extensos. Además gracias al ingenioso ingenio de los ingenieros quienes decidieron colocar las turbinas no en la base sino en Villarino, a unos 15 kilómetros al Oeste, este salto es uno de los más peculiares que existen ya que a la hora de generar energía eléctrica lo importante es la diferencia de cota entre la parte superior de la lámina de agua y el punto donde están las turbinas, habitualmente en la base de  la presa.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Una barrera para contener el agua. A lo grande.

Aquí, el agua discurre desde la parte inferior de la presa por un túnel de 7,5 metros de diámetro que cerca del mencionado pueblo se bifurca en dos de 5 metros de diámetro y éstos en sendos túneles de 2,8 metros de diámetro que terminan en los 4 bloques de turbinas encargados de generar la energía eléctrica. Con este truco del almendruco -note el avispado lector el inteligente juego de palabras con el nombre de la presa- se consigue el equivalente a un salto de agua de 410 metros. Para conseguir esa cota en un embalse convencional la lámina de agua habría inundado prácticamente las provincias de Salamanca y Zamora, así que eso que hemos ganado.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Todo es grande por aquí. Todo. Hasta lo que no se sabe para qué vale.

Pero no se vayan todavía, aún hay más. Aguas abajo, en el Duero, se encuentra el espectacular embalse de Aldeadávila – el cual será merecedor de una entrada para él solito así que no adelantemos acontecimientos-. Pues bien, el grupo de turbinas-alternadores de Villarino son reversibles por lo que es posible aprovechar el exceso de energía producida en las horas valle por centrales que no se pueden detener -nucleares, térmicas y eólicas- para bombear agua hacia Almendra con lo que se consigue por un lado regular el caudal del Duero y mantener el nivel de la presa de Aldeadávila y por otro mantener un remanente que permita usar ese agua en momentos de consumos punta.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Un poco de hormigón por aquí y por allá…

Así, tenemos un trasto que por un lado sirve para regular el caudal del Duero, que sirve como reserva de agua, que sirve para generar electricidad y que, además, no contamina.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Vamos a echar un vistazo…

Y ahora que les he puesto en antecedentes, permítanme hablarles de lo que a mí me maravilló, cautivó y hechizó al margen de todos estos fríos y endemoniados números: pues que normalmente lo que parece lo es, pero a veces no.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Nadie dijo que esto fuera a ser fácil, amigos.

Verán, si alguien les dice que en medio de uno de los parajes más agrestes y singulares de Europa, en los confines de los Parques Naturales del Douro Internacional -por la parte portuguesa- y Los Arribes del Duero -por la hispana- donde la intervención del hombre se limita al trazado de alguna carretera comarcal, al amontonamiento de piedras en las cortinas y a la ingeniosa poda de las encinas -fuente renovable de recursos en la precaria economía de la comarca de Sayago- se planta una mole de hormigón de más de 200 metros de altura y más de 2 kilómetros de longitud que anega cientos de hectáreas ustedes pensarán que si cuatro generadores eólicos tienen un impacto en el paisaje notable, el tema éste de la presa no puede recibir otro calificativo que monstruoso.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

¿Lo que parece lo es?

Pues no.

Por que lo que parece, en este caso, no lo es.

Si usted en lugar de leer blogs de tipejos de tres al cuarto se dedicase a recorrer mundo, debería coger su petate, una muda limpia y poner rumbo al occidente europeo más remoto para comprobar que toda la zona de la confluencia de los ríos Tormes y Duero es una gigantesca roca granítica que aflora a cada paso. Este granito ha sido colonizado a lo largo de los siglos por líquenes que le dan un aspecto tremendamente característico.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Expresionismo abstracto natural.

El lector recordará que en algún momento de su vida un profesor o, incluso, profesora de ciencias, quizás con bata blanca, tal vez con un hiriente apodo que simulaba desconocer y puede que sin despertarle demasiada curiosidad a su infantil e inquieta mente le explicó que un liquen era el producto de la simbiosis entre un alga un un hongo. Esta simbiosis era una situación en la que tanto el hongo como el alga se beneficiaban el uno del otro. Su profesor de ciencias era un hombre sabio al que debió prestar mucha más atención, pero eso usted lo sabe ahora.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Muy bruto todo esto.

Pues bien, el ser humano plantó un artefacto como la presa de Almendra y desde el momento que fue desencofrada el hormigón está siendo colonizado por los mismos líquenes que antes sólo estaban en el granito. El paso del tiempo le está otorgando una pátina que el conglomerado de cemento, arena, áridos y un poco de acero sabe agradecer fundiéndose de una manera maravillosa con el entorno granítico.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Brutísimo.

Así, de manera casi mágica se establece otra simbiosis. Esta vez entre el liquen y el hormigón. Si usted no tiene demasiado apego a la vida, puede jugársela descendiendo por las piranesianas escaleras que discurren adosadas al tremendo muro de contención de la presa y quedarse embobado viendo el majestuoso planear de un buitre contra ese inmenso telón de fondo y pensar que de alguna manera el ser humano a veces consigue hacer cosas tan impresionantes como ésta, manipula la naturaleza más salvaje y no sólo no se la carga en el intento sino que la mejora. Y además consigue generar energía eléctrica de una manera limpia y renovable.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Hormigón fundiéndose con la naturaleza.

Como les decía, esta zona es un territorio tan alejado del mundo como olvidado de la mano de dios pero sobre todo es un territorio injustamente ignorado.

A lo largo de unas cuantas entradas y a través de unas singulares obras de ingeniería hidráulica –y algún puente– trataré de dar alguna pincelada. Pero les advierto que servidor y sus compinches somos gente intrépida y aguerrida así que aún nos queda mucho por explorar.

Trataremos de írselo contando. Permanezcan atentos.

 

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En ocasiones les he comentado la imperiosa necesidad de viajar que uno siente permanentemente. Parece que el buen tiempo ha llegado y los días son casi eternos. No desaprovechen los ratos que tengan libres y conozcan mundo. Aunque sea el que está a la puerta de su casa.

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No sólo de hormigón vive el hombre. Por eso en Luz10 les recomendamos que compren un buen pan de Ledesma, recién hecho a ser posible, cojan un chorizo y una bota de vino. Con una navaja no necesitarán más para disfrutar como enanos debajo de una encina. A poder ser, combínenlo con buena compañía.

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Portugal está muy cerca y no sólo venden toallas. También preparan maravillosamente bien el bacalhau y saben poner cafés como hay que poner el café. Ahí lo dejo.

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Luz10, departamento de Presas, está tratando de encontrar la manera de bajar hasta la base de la presa de Aldeadávila. Suponemos que sólo es posible con un permiso imposible de conseguir o desde el lado portugués pero aún no hemos dado con la forma de hacerlo. Si tienen alguna información cuéntenosla y pondremos su foto como lector del mes en nuestro particular hall of fame.

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Para hacer algunas de las fotos que ilustran esta entrada nos hemos jugado el bigote. No sean rancios y compartan esta página, que es la suya. También pueden usar el material que aquí han encontrado, pero citen su procedencia.

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Una entrada ideada, escrita y fotografiada por su entrañable encofrador de palabras © pedro iván ramos martín.

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Bonus track:

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Un espectáculo. Y de gratis.

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Todo es muy salvaje por aquí.

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Piranesi was here

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

¿Hacia dónde llevan esas escaleras?

lo que parece lo es © pedro ivan ramos martin presa almendra

Muy duros los ingenieros de esta presa.

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